Un año después de ganar la Champions League, la futbolista compostelana añade la Liga alemana a su ya impresionante palmarés
El 14 de mayo de 2015 Vero Boquete tocaba el cielo europeo ganando la Champions League con el FFC Frankfurt. Apenas diez días después prolongaba su etapa alemana fichando por el Bayern de Múnich porque, según sus propias palabras, “quería seguir en la Liga más fuerte del mundo y el emergente proyecto de Múnich, con el apoyo de uno de los clubs masculinos más importantes del mundo, me ofrecía la posibilidad de alcanzar nuevos objetivos, entre los que se encontraba lograr el título de la Liga alemana“.
Un año más tarde, después de su temporada más difícil, marcada por la primera lesión importante de su carrera, Boquete acaba de cerrar su segundo curso en Alemania añadiendo la Bundesliga a su impresionante palmarés y convirtiéndose en la jugadora de clubes más éxitosa a nivel mundial de los últimos tres años.
Desde aquella bienvenida a principio de temporada por parte de Pep Guardiola, Javi Martínez y Tiago, Vero ha podido mantener un contacto regular con sus equivalentes masculinos en las instalaciones de la ciudad deportiva: ”Especialmente en estas últimas semanas, debido a que los chicos sabían que también nosotras nos estábamos jugando el campeonato, nos han seguido e incluso han venido a vernos a algún partido“.
Aunque la santiaguesa reconoce que la españolización del Bayern no fue criterio para firmar en Múnich, sí confiesa que ”el amparo de un club grande te permite trabajar con tranquilidad” y cree que “el futuro del fútbol femenino pasa por ahí. Los clubes que no disponen de una sección masculina importante lo tendrán cada vez más difícil para competir con aquellos que sí cuentan con ese respaldo económico sin depender de patrocinios puntuales“.
Después de que Vero y sus compañeras saltaran el sábado al césped del Allianz Arena antes del último partido del FC Bayern masculino para darse un baño de multitudes ante 75.000 espectadores, la celebración conjunta ayer en el balcón del Ayuntamiento muniqués puso la guinda a una gran temporada para compartir con la afición ambos títulos ligueros.
Tras este nuevo logro personal, y aunque Vero cuenta todavía con un año de contrato en el Bayern de Múnich, ella misma reconoce que ”en Alemania ya he logrado la Liga de Campeones y la Bundesliga, las razones por las que decidí venir a este país“. Acostumbrada a vivir con la maleta a cuestas, habiendo jugado en 11 clubes diferentes en cinco países distintos, nuestra emigrante más internacional está abierta a nuevos retos a falta de un año de para la Eurocopa, en la que de nuevo capitaneará a una España ya prácticamente clasificada.
Desde hace unos meses Vero es, además, junto a grandes figuras como Morientes, Puyol, Figo o Míchel Salgado, embajadora de La Liga, cargo que ella personalmente considera “muy satisfactorio porque es un reconocimiento al fútbol femenino y un pasito más para que las chicas reivindiquemos nuestro papel a nivel deportivo“. Aunque Vero considera que un cargo así ”es una excelente forma de mantener la conexión con el fútbol español también en el futuro“, no descarta llegar algún día a verse ocupando un banquillo cuando ”dentro de muchos años (comenta entre sonrisas), decida colgar las botas“.
Enamorada de su ciudad natal y muy orgullosa de su origen picheleiro, la pregonera de las fiestas del Apóstol 2015, derrocha elogios cuando habla de una ciudad que para ella “es y será siempre especial, no solo porque allí viven mi familia y mis amigos, sino porque allí me siento muy querida”. Sin perder esas raíces que muestra con cada uno de sus goles emulando el pulpo gallego, Vero afirma que ”tener morriña personalmente me da mucha fuerza, porque sabes de dónde vienes y sabes adónde vas. Todos los que estamos fuera deseamos volver y aunque quizás no sepamos cuándo, todos queremos creer que algún día regresaremos“. Cada vez que tiene ocasión, vuelve “para apoyar en las escuelas deportivas, dando charlas en colegios o visitando clubes”, muy consciente de que se ha convertido en ese referente que el fútbol y el deporte femenino necesitan.
Aunque viajará pronto a Compostela, tampoco este verano tendrá mucho descanso ya que, además de acudir a su Campus en Porto do Son, viajará como embajadora de la UEFA a Milán para las finales de la Champions League, luego a San Marino y posteriormente a Georgia. Con una agenda tan apretada, le quedarán poco más de “diez días de vacaciones reales” antes de comenzar en julio una nueva temporada.
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