Es de justicia que felicitemos al Barcelona femenino por su paso por la Champions League. Es cierto que cayeron derrotadas en París ante el PSG por un gol tras el empate en la Ciudad Condal. Pero no es menos cierto que mantuvieron la cabeza muy alta frente al club con mayor presupuesto de toda Europa.
Hay jugadoras del Barça que son muy grandes. Su guardameta, Sandra Paños, la defensa Ane Bergara o la delantera Jenny Hermoso, una jugona de primera. El Atlético de Madrid Féminas tampoco se queda atrás. Y es que el fútbol femenino, además de ser muy disfrutable, comienza a ocupar cierto espacio en algunos medios de comunicación, aunque sea una presencia casi anecdótica. Claro que hace dos o tres años era inexistente. Se van dando pequeños pasos a base de mucho esfuerzo y, por fin, hace unos meses, se formó la asociación de clubes femeninos, aunque sólo haya una mujer en la directiva (Lola Romero, del Atlético de Madrid).
Es un primer paso hacia la profesionalización. Hay clubes que apuestan decididamente por ello, además del Barcelona o el Atlético. También el Athletic lleva muchos años trabajando en esa dirección o el Rayo Vallecano, que tiene una cantera extraordinaria. Sin embargo, el Real Madrid no tiene división femenina. ¿Cómo es posible que el club que más dinero genera del mundo, el mejor club del siglo XX, no tenga equipo femenino? Pues porque aún no ha dado el paso hacia el XXI. Es como si, en vez de marcar el camino a seguir o abrir otras sendas que indiquen el futuro del fútbol, se hubiese quedado atrás, dejando de lado a sus millones de seguidoras que, además de espectadoras, querrían aspirar a jugar en su equipo o, al menos, sentirse reflejadas sobre el terreno de juego.
Supongo que habrá razones para esto. Quizá la más sencilla sea que no es rentable. Si metes casi 90.000 personas en el Bernabéu cada quince días... ¿para qué te vas a complicar la vida? Otra de las razones es que no creas en ello, es decir, que no consideres que las mujeres deban representar un escudo como el del Real Madrid. Pero, al margen de ideologías, hasta un tipo como Tebas apuesta por el fútbol femenino, aunque sea por el potencial de negocio que ve allí. Villar, por descontado, ni cree ni ve negocio; bastante tiene con ocuparse de permanecer en su poltrona y de preocuparse de los líos serios de corrupción que penden sobre su hijo.
El caso de Florentino me recuerda a ciertas actitudes del PP. Son los primeros en oponerse a cualquier avance de tipo social, pero luego son los primeros en aprovecharse de esos logros. ¿Recuerdan la ley del divorcio? Álvarez Cascos fue el primero en oponerse a ella y su partido votó en contra pero, sin embargo, ya se ha divorciado dos veces. ¿Recuerdan la ley de matrimonio homosexual? ¿Quién se opuso con toda su fuerza a ella? Rajoy, sin duda. Pero también escuchamos algunas barbaridades en boca de Aznar, Botella, Acebes y otros habituales del momento.
Hemos visto a Rajoy acudir a la boda de Maroto. La derecha francesa tampoco se va a la zaga. Sarkozy siempre ha criticado el movimiento de mayo del 68 con denuedo pero, gracias a esos logros, un hijo de inmigrantes como él pudo llegar a ser primer ministro, divorciarse, liarse con quien quisiera... Los avances y los derechos no los regalan. Pero mientras unos pelean, otros se benefician de ellos. Así que me imagino que Florentino se decidirá a abrir esa división deportiva cuando pueda beneficiarse. Como tantos y tantos del partido de su amigo Aznar.
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